De todas las tendencias de moda, la cantidad de abrigos, de pantalones, jerséis, camisetas, chaquetas, pendientes, bolsos, y cualquier tipo de ropa y de complemento que se os puedan ocurrir, hay algo que causa mayor adicción sobre todas ellas: los zapatos. Así que hoy, chicas, me toca confesarme con vosotras, no puedo callar más mi gran secreto, ¡soy adicta a los zapatos!

Adicta a los zapatos

Bueno, esto igual no es tan secreto como quiero imaginar que es, porque creo que a juzgar por los 48754 pares de zapatos que tengo, los que me conocen saben que tengo un problema. Y es que es superior a mis fuerzas. Para mí ir a cualquier centro comercial en mi ciudad o en cualquier otra a la que viaje es sinónimo de comprarme un par de zapatos nuevos (quien dice un par dice varios).

Lo sé, sé que esto puede rozar la locura, pero también sé que muchas de vosotras me entendéis, y que como yo no podéis apartar la mirada del escaparate de vuestra zapatería favorita cuando traen un par de zapatos nuevos. Aunque en mi caso, zapatería favorita son todas.

Esta obsesión mía por los zapatos despierta pasiones y odios a partes iguales. Mis amigas me adoran por encontrar en mí un armario permanente en el que poder encontrar los zapatos perfectos para su conjunto de fiesta. Pero a la vez me odian por tener que acompañarme a cuanta zapatería nos encontremos por el camino durante nuestros paseos por la ciudad en una tarde cualquiera.

Y es que reconozco que a veces puedo llegar a ser un poco pesada, cansina, repelente e incluso molesta. Por eso desde aquí pido perdón a todas aquellas personas que han tenido que aguantar mis innumerables tardes de compras de zapatos y las indecisiones que ello a veces conllevaba. Pero también os animo chicas a que, si como yo, tenéis debilidad por algo en cuestiones de moda, no renunciéis nunca a ello.

Las tendencias en zapatos otoño invierno 2014

Como veis, no le hago ascos a ningún tipo de zapatos, si bien es cierto que no renuncio a ir a la moda. Como todos los años, las tendencias en zapatos cambian en otoño – invierno, sobre todo de cara a abrigar nuestros pies con la llegada del frío. Desde las clásicas botas o botines hasta los estampados más atrevidos, pasando por los zapatos de gladiador (que no son solo para el verano).